ARTIVISMO

Quiero contar sobre la vez que asistí a una activación en calle en la plaza Altamira de Caracas para visibilizar el problema del cambio climático, protestar contra la minería que está arrasando nuestros bosques y exigir a la población y al estado tomar conciencia  acerca del daño que le estamos haciendo a nuestro país y sobre todo al  planeta.

Estas acciones fueron hechas en varias oportunidades con distintas organizaciones de la sociedad civil y no gubernamentales por la iniciativa global “Fridays for future” o Viernes por el futuro que se propone visibilizar el problema del cambio climático y propone hacer acciones que puedan llamar a la acción y mejorar la situación a nivel local, regional y global. 

En Venezuela es difícil encontrar información sobre este tema, no es tan común que alguien se preocupe de la situación ambiental, quiero decir, parecemos estar tan preocupados por otras cosas que este tema muchas veces pasa desapercibido o al menos para mi.


Es por eso que yo quería hacer activismo de alguna forma que llamara la atención, que fuera distinta, que impresionara a las personas y en el momento que la vieran pensaran solo por un momento en lo que podría pasar, de hecho, en eso que está pasando y que no vemos por que es silencioso, ¿De qué forma lo hago? pensé, debía ser algo que llamase la atención que fuese impactante, así que decidí que quería hacer un performance. 


Lo tenía claro, quería hacer una especie de mascarilla que se tendría que usar en caso de que se acabaran las plantas del planeta, algo así como una bomba de oxigeno natural, como eso que ya tenemos y que no apreciamos pero reducido a algo que podríamos tener que cargar encima para poder vivir, más o menos como lo han retratado algunas películas de ficción, parecido incluso a viajes espaciales.


Así que armé mi traje con un botellón de agua viejo que corte e introduje plantas artificiales dentro, le agregué una manguera y una mascarilla que iría a mi cara, lo complemente con maquillaje imaginándome cómo se vería la piel si no tuviésemos suficiente oxígeno en el ambiente, para contrastar con esta imagen inicial y que la gente no lo sintiera tan fantasioso utilice un vestido y tacones, para dar la sensación de “normalidad”.

El performance fue un éxito, fui fotografiada por la AFP e incluso Greta Thunberg lo publicó en su Facebook haciéndose viral, eso no fue tan importante para mi como lo fue estar en la plaza y ver las reacciones de la gente al pasar, mi performance no empezó solo en la tarde en esa plaza si no desde que salí de casa e incluso en el trayecto, en el metro y en la calle. Fue muy interesante la actitud de las personas y cómo se sentían al verme.

Una vez más creo en la importancia del artivismo, del arte como medio de expresión y del poder que este tiene, lo más importante para mi fue eso.