Hablar de derechos LGBTiQ+ es sencillamente hablar de derechos humanos, pero entonces ¿por qué nos cuenta tanto? ¿Son derechos diferentes? ¿Son especiales?
Los derechos LGBTIQ+ no son derechos especiales ni diferentes. Sin embargo, la histórica lucha que han librado las personas de la comunidad para poner en la palestra las conversaciones sobre temas LGBTIQ+ es en ocasiones cercenada por las mismas sociedades que pretenden dividir y desligar estos derechos, del resto de los derechos humanos.
«Pero es que quieren tener más derechos». Es una frase recurrente y que seguramente muchas personas han escuchado o dicho en algún momento. Al respecto, es necesario destacar que la lucha por los derechos LGBTIQ+ no busca sobreponer estos derechos a otros, ni coartar o eliminar los derechos de las personas que no se identifican dentro de las siglas LGBTiQ+. Únicamente busca que todas las personas tengan el pleno disfrute de su derecho innato a vivir libremente, con dignidad y calidad de vida bajo la única carta de presentación realmente importante: Soy Humano.
Qué pide la comunidad LGBTIQ+
Las exigencias al hablar de derechos LGBTIQ+ pasan por el hecho de que exista respeto e igualdad ante la ley, así como la no discriminación en cualquiera de los ámbitos de desenvolvimiento de un ser humano que, diverso como lo somos todos, es “igual en dignidad y derechos” tal como lo dicta la carta magna de los derechos humanos en su Art.1.
Ahora bien, ¿Qué quiere decir esto?, ser iguales en dignidad y derechos responde al hecho de que toda persona tiene la libertad de decidir con quién casarse, a quien amar, o que religión profesar, entre otros. El derecho de poder estudiar, trabajar, formar familia, acceder a servicios de salud y servicios jurídicos sin ningún tipo de discriminación e independiente de su género, orientación sexual, etnia, nacionalidad, u otra condición social.
La no discriminación, junto con la igualdad ante la ley y la igual protección de la ley sin ninguna discriminación, constituye un principio básico y general relativo a la protección de los derechos humanos
(Comité de Derechos Humanos ONU, 1989, párr. 1)
Es necesario en este punto destacar que, la necesidad de que se formulen leyes e interpretaciones de la ley en favor de la comunidad LGBTiQ+, recae en el hecho de que el pacto internacional de derechos civiles y políticos, así como otros tratados internacionales no contemplan expresamente las categorías de orientación sexual e identidad de género, por lo que se entienden dentro de la expresión “otra condición social”.
Todas las personas son iguales ante la ley y tienen derecho sin discriminación a igual protección de la ley. A este respecto, la ley prohibirá toda discriminación y garantizará a todas las personas protección igual y efectiva contra cualquier discriminación por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social.
(PIDCP, 1966, art. 26).
Es por esto que nos permitimos hablar puntualmente de derechos LGBTiQ+, los cuales no son otros que los mismos derechos humanos exigidos por una población históricamente vulnerable. No obstante, esto no los hace diferentes, ni especiales con respecto a los demás.
Exigir derechos es una lucha del día a día
Como ya se expuso anteriormente, conversamos acerca de una población que, a pesar de gozar según la Declaración Universal de los Derechos Humanos de los mismos derechos que todo ser humano, no ve reconocidos sus derechos en las leyes de muchos Estados donde ser homosexual está prohibido por la ley. Actualmente en más de 70 países es un delito formar parte de la comunidad, y en otros, aunque existen avances importantes a nivel legal, permanecen brechas sociales de educación e información, que alimentan la discriminación.
Si bien cada falló a favor en los parlamentos y senados se celebra como un escalón más en la consolidación del respeto en igualdad de condiciones y de oportunidades para todos, continuar trabajando y educando en valores para la consecución de leyes que adopten el reconocimiento de los derechos de las personas LGBTIQ+ es imperativo en todo el mundo.
La igualdad legal como razón de lucha es importante para construir escenarios de respeto. No por eso, debemos dejar de lado la distinción que se evidencia en la realidad diaria que vive el colectivo, que por no contar con el respaldo legal sufre constantes ataques sin la debida protección y atención por parte de las autoridades correspondientes. Atendiendo a la necesidad de subrayar este hecho, es importante reivindicar el trabajo que se hace desde la inclusión y el reconocimiento del otro así como de las diferencias, y de esta manera dar un verdadero giro correspondiente a los derechos LGBTiQ+.
Yo no quiero luchar por mis derechos, lucho por mis derechos y los tuyos.»
Escrito por: Kathleen Vivas | @vivas_kc